La Fundación Regine Sixt para la Infancia, en colaboración con la asociación Pullach im Isartal e.V., ha dado un paso importante para mejorar las oportunidades educativas en Ucrania. Para ello, los sótanos de las comunidades de Voloshinivka y Baryshivka se convirtieron con éxito en aulas para que los niños tuvieran acceso a clases presenciales a pesar de la tensa situación, incluso mientras sonaban las alarmas aéreas. Esto sólo puede ocurrir si se dispone de refugios y están adecuadamente equipados como aulas para continuar la enseñanza.
Estos proyectos de construcción incluyeron no sólo renovaciones básicas, sino también amplias mejoras del cableado eléctrico para garantizar un suministro de energía seguro. Esto permitió la instalación de sistemas de iluminación, ventilación y calefacción, y fontanería. Estas mejoras en la infraestructura no sólo ayudan a que el entorno de aprendizaje sea más seguro y cómodo, sino que también mejoran la calidad de vida de los niños. Además, se han creado áreas dedicadas a juegos y actividades destinadas a promover el desarrollo psicosocial de los niños. Dados los desafíos y tensiones actuales que plantea el conflicto, es crucial brindar a los jóvenes de Ucrania no sólo educación sino también oportunidades para fortalecer sus habilidades emocionales y sociales y adquirir experiencias positivas.