SECANDO PEQUEÑAS LAGRIMAS lleva varios años apoyando al Zauberwald. El refugio es un lugar seguro para los niños, algunos de los cuales han huido de la violencia doméstica o han sido apartados de sus padres.
En el Zauberwald, los niños tienen una rutina diaria regular y, además de la escolarización, la ayuda psicológica y la rehabilitación, no se descuida la diversión. Para el personal es importante que los niños puedan ser niños aquí. Se planifican regularmente excursiones que, entre otras cosas, permiten realizar por SECANDO PEQUEÑAS LAGRIMAS.
A través de un sistema de recompensas, los niños pueden ganar sol por su buen comportamiento en varias categorías de la vida cotidiana, como los deportes y el juego. Para ello, la Fundación de Ayuda a la Infancia Regine Sixt ha donado nuevos futbolines y porterías.