Los pequeños pacientes de la Casa ANNA Eichendorf, un centro gestionado por la Fundación Ambulatoria para Niños de Múnich (AKM), pueden disfrutar de nuevos instrumentos en la sala de musicoterapia.
Está comprobado que la música tiene un poder curativo que repercute positivamente en el bienestar de los niños. Por este motivo, la Fundación Regine Sixt para la Infancia financió la compra de diversos instrumentos musicales, como una guitarra, un piano, cuencos terapéuticos y una cuna sonora. La oportunidad de tocar diferentes instrumentos y crear sonidos ofrece a los pacientes jóvenes un espacio de relajación y autoexpresión en el que pueden procesar y expresar sus emociones.
La casa de ANNA Eichendorf es la primera de un total de cuatro hospicios infantiles a tiempo parcial y pretende cerrar la brecha existente entre la atención ambulatoria y la atención hospitalaria a tiempo completo en Baviera. Las familias afectadas se ven aliviadas de su vida cotidiana gracias a cuidados intensivos diurnos, nocturnos o de fin de semana.