En el Centro Mater de Palma, España, una iglesia vacía se convirtió en un "Centro de Educación Especial" sin barreras para niños diagnosticados con trastornos del espectro autista. Se crearon dos aulas con el apoyo de la Fundación de Ayuda a la Infancia Regine Sixt SÉCANDO PEQUEÑAS LÁGRIMAS y ofrecen una respuesta óptima a las necesidades de los niños. Un equipo de profesionales que trabaja a diario con los niños ha sido capaz de implantar un nuevo modelo de atención que se centra en los niños y fomenta su autonomía. Las nuevas aulas ofrecen un ambiente seguro con colores neutros, ventanas insonorizadas y luz natural, lo que permite que los niños aprendan con mayor motivación y confianza. Además de las aulas, el Centro de Educación Especial también cuenta con un área de auto-relajación donde los niños pueden aislarse del contexto, de una situación o de las personas que los estresan. Los niños experimentan una calidad de vida completamente nueva y más alegría al aprender.
