Los aldeanos cofinancian el proyecto. La asistencia a la escuela en Kenya solía ser un privilegio reservado a muy pocos niños. Esta situación no mejoró hasta 2003, cuando el gobierno cumplió su promesa electoral y abolió los derechos de matrícula para las escuelas primarias. Esta fue la primera vez que los niños de familias más pobres tuvieron acceso a la educación.
Para que el mayor número posible de niños tenga acceso a la escuela, la Fundación de Ayuda a la Infancia Regine Sixt financió la construcción de dos aulas adicionales en Loitokitok (Kenia).