Habilidades sociales. Junto con la Orden de Malta estamos rehabilitando y ampliando una escuela para niños gitanos y sinti en Tarnabod. Junto con la organización de ayuda humanitaria de la Orden de Malta, la Fundación de Ayuda a la Infancia Regine Sixt está facilitando la ampliación del centro de estudios para niños gitanos en Tarnabod (Hungría). El objetivo es ofrecer a los niños una buena educación y, al mismo tiempo, proporcionarles cuidados intensivos. Este centro, cuyo objetivo principal es la integración de los niños gitanos en Hungría, atiende a unos 150 niños de diferentes edades. La atención se centra en las clases complementarias y en el comportamiento social adecuado de los niños.
Los esfuerzos ya han tenido éxito: el número de abandonos escolares se ha reducido considerablemente y, al mismo tiempo, hemos podido apoyar a los estudiantes para que obtengan un título universitario. Nuestro objetivo es, tras estos primeros éxitos, ampliar el nuevo centro escolar para ofrecer a los niños unas condiciones aún mejores para sus estudios. De este modo también podemos mejorar las posibilidades de los niños socialmente desfavorecidos de encontrar una profesión o incluso estudios universitarios. Este proyecto se lleva a cabo junto con la organización Malteser Hilfsdienst e.V.
La triste historia de un pueblo Tarnabod es un pueblo gitano situado a 80 km al este de Budapest. Con su programa de integración a varios niveles, el servicio de ayuda humanitaria de la Orden de Malta ofrece a las familias sin hogar la oportunidad de empezar una nueva vida. En su centro muchos niños reciben comidas. Especialmente en invierno, permanecen el mayor tiempo posible en las habitaciones con calefacción. En 2008, Tarnabod fue escenario de terribles atentados por parte de terroristas de la derecha húngara que lanzaron cócteles molotov contra casas habitadas. Afortunadamente, todos los habitantes sobrevivieron. Después de estos incidentes, nuestro trabajo con los niños y el fomento de la integración a largo plazo es aún más importante. La vida en el centro con mucha alegría, con canciones, bailes, discusiones, clases de natación, etc. nos demuestra que estamos en el buen camino. La tradición continúa Durante siglos, el pueblo romaní y sinti disfrutó de una buena situación social en Hungría. Sólo en el siglo XIX estas personas fueron discriminadas, perseguidas y expulsadas de sus hogares. Durante este periodo, los Lovara, un grupo de gitanos, emigraron a Hungría. Muchos de ellos fueron deportados a campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Muchos murieron. Y con ellos su lengua, el lovari. Pero se está enseñando de nuevo en el centro escolar de Tarnabod. Esta lengua forma parte de la tradición cultural gitana y, además de la integración, es un punto de referencia en la educación de estos niños.